Venció 1-0 a San Luis de Potosí en la ida de los octavos de la Copa Libertadores. El equipo de Sabella, que guardó a varios de los titulares, hizo un gol por Leandro González y después aguantó a los mexicanos. El arquero Trejo le atajó un penal a la Gata Fernández. Fue expulsado Clemente Rodríguez. En ese camino de la doble vida, Estudiantes se jugará una carta -de riesgo, tal vez- en el primer cruce de hoy a las 18.45 (20.45 de Buenos Aires) ante San Luis Potosí. Alejandro Sabella decidió que la columna del campeón de América -Juan Sebastián Verón, José Sosa, Mauro Boselli, Rodrigo Braña, Marcos Angeleri y Leandro Desábato- se quedara en Buenos Aires con la tele encendida y la cabeza puesta en el partido ante Chacarita que se disputará el domingo en La Paternal, donde necesitará afirmar su liderazgo de cara a la definición de un Torneo Clausura al que le quedan tres escalones. Esa idea, jugada por cierto, es la que usa como fórmula en la doble competencia.
La decisión del DT es poco usual si se revisan los antecedentes de los equipos que, en la primera parte del año, siempre le dan prioridad a la Copa Libertadores sobre el torneo local. De hecho, no hay casos en los que se puedan obtener los dos títulos en el primer semestre como consecuencia de viajes que desgastan -éste es el caso-, futbolistas que no resisten jugar tres partidos por semana y presiones por la conquista. Así, con el equipo subido a lo más alto del campeonato, Sabella jugó su carta. ¿Qué lectura hace?
Si bien, naturalmente, no jugar con Verón y sus amigos supone un bajón en el funcionamiento, el técnico deposita confianza en un plantel y no en apenas 11 futbolistas. Eso, también, es una motivación para un grupo de jugadores que busca tener una chance en el que quizá sea el mejor equipo del momento en el fútbol argentino. Entonces, ¿por qué no pensar que Marcos Rojo, Matías Sánchez, Marcelo Carrusca o Leandro Fernández estarán a la altura del compromiso? Si cada vez que les toca entrar estas piezas de recambio aportan y no desentonan.
Otra de las cuestiones que se tuvo en cuenta para separar a los grupos -entre los que viajaron y los que no- es la categoría del rival. Si bien nadie es capaz de subestimar el potencial que pueda tener San Luis Potosí (eliminado del Torneo mexicano), tal vez no se hubiera tomado la misma determinación de preservar a seis piezas fundamentales para el Torneo Clausura si el adversario hubiera sido otro.
Estudiantes, alojado en Las Lomas -un San Isidro en cuanto a infraestructura y distancia de la Capital Federal-, tiene el corazón puesto en ese trofeo que tanta historia le hizo escribir en sus páginas de oro. Por eso, en el lobby del complejo Westin, nadie se altera por ausencias importantes o muestra señales de flaquezas por saber que quienes le dan luz propia estarán del otro lado de la pantalla, pendientes de la Libertadores y abocados a preparar bien el cruce ante Chacarita.
La administración de energías que propone Sabella tendrá su prueba en este primer partido de los octavos de final. Los suplentes y no tanto saldrán a jugar su propia final para defender el título conseguido en 2009
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