La promocion la Promocion Se va a la !&&%$♫

Con el 2-1 a Tigre en Victoria, la única posibilidad que hay de que vaya a la Promoción es que no obtenga ningún punto más y que Central gane sus tres partidos. Los goles fueron de Bieler y Aveldaño. Había empatado transitoriamente Castaño.

Era un duelo de 4 por 4. Y no se trata de las camionetas que alguna vez, cuando Ricardo Caruso Lombardi era

técnico de Racing, sonaron para ser sorteadas entre el plantel. Sino que La Academia, hoy con Miguel Angel Russo en el banco, iba por su cuarto triunfo en forma consecutiva y tres puntos que lo dejaran casi afuera de la Promoción. En cambio, el Tigre de Caruso quería evitar la cuarta derrota al hilo y terminar con la racha negativa, en su casa y ante su gente.

Con tanto en juego y las urgencias de ambos como condimento, el partido comenzó con algunas imprecisiones pero se fue abriendo a fuerza de habilidad y empuje. Es que Russo se la jugó otra vez por Sebastián Grazzini como enganche, rodeado por Lugüercio y José Luis Fernández, más la presencia de Claudio Bieler en el área. Con tanta gente en ataque, no fue difícil para la visita desbordar a una defensa de tres con Leyes, Garat y Fontanello.

La primera fue de Fernández que anticipó en el primer palo un centro de Lugüercio, pero su toque de zurda se estrelló en el travesaño. Los intentos ofensivos de Tigre radicaban exclusivamente de lo que podía producir el solitario Carlos Luna. Sin amargo, a los 18 Carlos Fondacaro encaró de izquierda a derecha y sacó un remate que se fue al lado del palo del arco de De Olivera. Pero Racing era más profundo por individualidades y por juego colectivo, por eso no fue extraño que abriera el marcador a los 21.

Grazzini maniobró en el área, llegó al fondo y ante la salida de Islas le sirvió el gol a Bieler con una cucharita. El delantero cabeceó a la red e instaló el 1-0. Con la apertura del tanteador, el juego se hizo más vertiginoso. Tigre fue por el empate y lo tuvo en los pies de Luna que quedó mano a mano tras un buen pase de Fondacaro, pero De Olivera salió rápido y le ahogó el grito. Pero el acierto de Castaño en el área rival llevó la tranquilidad a Victoria. Una pelota parada de Leone ubicó al volante central que le ganó en el salto a Aveldaño e instaló el 1-1 con un frentazo de pique al suelo, a los 26.

Demasiado tranquilo quedó el equipo de Caruso, que directamente pareció dormido porque cinco minutos más tarde José Luis Fernández se escapó por la izquierda a pura gambeta, se metió en el área y tocó al corazón del área chica, Lugüercio falló el intento de taco, pero descolocó a Islas; por atrás apareció justamente Aveldaño para tocar de derecha y decretar el 2-1 con que iba a finalizar el primer tiempo.

Racing bajó sus pretensiones en el complemento, con la ventaja le entregó el campo y el balón a su rival y apostó por el contragolpe. Sin embargo La Academia no supo aprovechar esa arma. Tampoco Tigre, que buscaba un empate sin argumentos: lo más peligroso en la primera media hora de juego fue un centro que alcanzó a cabecear Luna desviado.

Sobre el final pudo liquidar Racing, pero manejó mal el contraataque, incluso con el ingreso de Gabriel Hauche. Y Tigre, que empujó más de lo que jugó, pudo llevarse un punto, pero Lazzaro, sólo en el área, desvió un cabezazo por encima del travesaño, a los 37. En los instantes finales, La Academia metió el partido en el freezer y Tigre nunca pudo descifrar el camino para quebrar a la defensa visitante. Al final fue 4 por 4. Cuarto triunfo consecutivo para uno y cuarta derrota al hilo para el otro. Los de Russo además festejaron que la Promoción quedó casi en el olvido, al menos por esta temporada.

Gano con los ENANOS

El Enano ingresó en el segundo tiempo y convirtió su primer gol desde su vuelta a las canchas, en la victoria 2-1 en el Monumental, que vibró con el buen fútbol del equipo de Cappa. La visita había arrancado arriba por un tanto de Ricardo Alvarez. Ferrari, tras un pase magistral de Ortega, logró el empate transitorio sobre el final de la primera parte.

En el juego, que es lo que importa, tanto River como Vélez no aspiran a otro asunto que el de finalizar lo más dignamente posible este Clausura. En los bancos, desde donde nacen las ideas, el partido tiene su foco de atención. Porque se cruzan, por primera vez desde la final entre Vélez y Huracán -los de Liniers lograron el título en un polémico arbitraje de Gabriel Brazenas-, Angel Cappa y Ricardo Gareca. Si bien son otros los equipos y distintas las aspiraciones, el concepto y las declaraciones cruzadas -reflotadas por Gareca luego de la derrota ante Racing- le ponen un condimento especial a estos noventa minutos.

"La final contra Vélez es un capítulo cerrado. Vélez es una de las instituciones modelo del fútbol argentino", contestó el DT de River cuando se lo consultó sobre la protesta de Gareca a partir del arbitraje de Javier Collado en el partido ante Racing. "No puede ser; yo nunca hablo de los árbitros pero ya es demasiado. Nosotros cargamos con la cruz de lo que pasó en la final con Huracán; estamos apuntados porque se dijeron un montón de cosas. Tanto es así que Brazenas no dirigió más porque todos buchonearon y lo sancionaron", se quejaba el entrenador de Vélez.

En la previa, de ninguno de los dos lados asomaron nuevas declaraciones. Todo, entonces, quedará dentro del campo de juego, donde Cappa hará dos modificaciones respecto de la formación que perdió 1 a 0 ante Estudiantes. El regreso de Daniel Vega por Juan Marcelo Ojeda y la presencia de Funes Mori en lugar de Daniel Villalva. "Hay que ganar, pero la historia de este club también exige jugar bien", repite el técnico.

Tras la derrota ante el conjunto alternativo de Chivas (0-3 en Guadalajara) por los octavos de final de la Libertadores, Gareca -más que nunca- guardará a los habituales titulares para poner una formación suplente en el Monumental.

Con goles de Alayes y Schiavi Newell`s Se clasifico a la Copa Sudamericana

Newell's golpeó dos veces en Sarandí y le ganó 2-0 esta noche a un deslucido Arsenal para clasificarse a la Copa Sudamericana 2010.

Arsenal tuvo la posesión de la pelota en el inicio frente a un Newell's que se replegó para buscar aprovechar la contra. El equipo local intentó llegar por las bandas, pero le faltó inteligencia para quebrar a una sólida defensa visitante, que, con la ayuda de los volantes, edificó una muralla que fue imposible de derribar para los rivales.

Newell's, en tanto, sacó provecho de la buena pegada en las pelotas paradas de Mauricio Sperduti y de su buen juego aéreo ofensivo. Así, a los 12 minutos, el volante ejecutó un córner desde la derecha y Alayes apareció sin marca dentro del área para cabecer, de pique al piso, al gol.

De ahí en más, Arsenal se nubló y no tuvo ideas para llegar al arco de Sebastián Peratta.
Con este panorama, Newell's nuevamente prevaleció en el área rival y a los 31 aumentó la diferencia. Sperdutti se hizo cargo de un tiro libre y Schiavi, luego de un rechazo de Claudio Mosca, anotó de cabeza el segundo grito rosarino.

El complemento estuvo de más, porque Arsenal tuvo el balón, pero no preocupó a Peratta, mientras que Newell's jugó cómodo y tranquilo con la ventaja de dos goles.

Justa victoria de Newell's que, aunque no le alcanzó en este torneo para volver a ser, como en el torneo anterior, un serio protagonista al título, cumplió el objetivo de obtener su pasaporte a la Sudamericana. Por su parte, Arsenal sigue en caída libre y con esta derrota acumuló seis partidos sin conocer la victoria.

La vida NARANJA

Fue 3-1 en el Sur, en la ida de los octavos de la Copa. James Rodríguez, Battión y Sebastián Fernández anotaron para el equipo de Falcioni, que buscará la clasificación el próximo jueves en Porto Alegre sin Barraza, expulsado esta noche. Kleber, autor del empate transitorio, también vio la roja, por el lado de la visita.
Banfield supo ir por el camino correcto para quedarse con un triunfo que lo deja bien parado de cara a la revancha con Inter en Porto Alegre. Porque, de entrada, en un desarrollo más equilibrado y sin que nadie fuera capaz de aventurar el desenlace le costó resolver la ecuación planteada del otro lado. Sin embargo, de la mano de Walter Erviti y de su convencimiento ganó un partido que puede ser fundamental para sacar el boleto a los cuartos de final de la Copa Libertadores.

El Inter, que como el que se clasificó finalista de la Champions, jugó con camiseta blanca también imitó algo de su estrategia. Un línea defensiva que de la teoría a la práctica marcó una diferencia. En los papeles, jugó con tres en el fondo. En el campo, con cinco y uno por delante de los centrales. Este equipo brasileño, que siempre pasó y se acomodó rápido cada vez que Banfield intentó tomarlo desarmado, fue tan cuidadoso del cero como ese equipo italiano. Aunque, en esos primeros movimientos del juego insinuó ser un poco más. Sobre todo, por la velocidad de Andrezinho en la izquierda y cuando Andrés D'Alessandro se conectó con el partido.

Al Banfield de Julio Falcioni le costó descifrar por dónde quebrar la defensa. Pese a eso, y a partir de un error de Roberto Abbondanzieri, pudo ponerse en ventaja por ese gol mal anulado a Rubén Ramírez, quien tuvo otra chance que le tapó el arquero argentino. Con poco, el local lo buscó y a partir de esa jugada lo intentó desde el convencimiento. En un centro de Walter Erviti -su crecimiento en el juego fue de la mano con el del equipo- Víctor López metió un cabezazo tremendo que el Pato sacó al córner. Olfateó la ventaja Banfield, y la consiguió en el comienzo de la segunda parte con ese centro de Barraza que terminó en el remate de James Rodríguez. Y en el gol.

La estrategia de dos equipos armados de atrás para adelante -primer la seguridad en el arco propio, luego a ver qué se puede hacer del otro lado de la cancha- pareció romperse con la apertura del marcador. Más aún, cuando Kléber anotó semejante golazo al ángulo de Lucchetti para poner el empate parcial.

Con Erviti a las espaldas de Sandro y siendo el organizador del juego, Banfield creció en ofensiva. Porque cada vez que sintonizó la misma frecuencia de Fernández la sensación fue diferente. Justamente, en un remate de Erviti pudo estar la ventaja, pero Abbondazieri respondió a la altura del remate.

Con la expulsión de Kléber -lo pisó a Erviti- los de Falcioni se terminaron de convencer. Y en una doble acción -primero le pegó al arco y tapó el Pato- Ramírez le sirvió el gol a Battión, que la empujó a la red para poner el 2 a 1. Salvo por el buen tiro libre que pateó D'Alessandro y atajó Lucchetti, el Inter, que estaba invicto en la Copa, ya no pudo ser agresivo y fue, el local, definitivamente, quien puso el ritmo del partido. Así las cosas, con otro vértigo, con un partido de golpe por golpe -no le quedaba otra que entrar en esa apuesta al conjunto brasileño- la ventaja, más amplia y hasta merecida, llegó a tiempo. Pese a que lo buscó de contra o yendo con alguno de sus laterales, el gol que liquidó el partido se consiguió a la salida de un córner, cuando Battión remató al arco y, otra vez Fernández, corrigió la dirección de la pelota.

La serie, aunque abierta todavía, le hace una mueca a Banfield. Un equipo que de entrada lo miró, que en el medio se animó a jugarlo y que al final lo supo definir como para alentar sus ilusiones de que este camino sudamericano tenga una nueva instancia.

Inter a la final

Inter aprovechó el triunfo en Italia y aguantó más de una hora con uno menos. Sufrió en el final cuando Pique puso el 1-0 para el Barcelona, pero terminó bajando al gran candidato que iba por el bi. Milito, Samuel, Zanetti y Cambiasso a la final contra Demichelis.

Y el Catenaccio del Inter pudo más que el Jogo Bonito del Barcelona, que hace un tiempo viene dejando de ser tal. La expulsión de Motta en la primera parte fue clave para que los Tanos defendieran aún más cerca del arco de Julio Cesar. El Barsa no tuvo poder de gol, aunque Piqué se vistió de Messi y logró descontar, pero no hubo tiempo para más.

Se puede decir que el Inter no pasó la mitad de la cancha en el segundo tiempo, pero cuántos equipos pueden darse el lujo de controlar al equipo de Messi con uno menos. Por eso, cuando más intentaba el conjunto Culé, menos podía crear por el gran esquema defensivo de Mourinho. Y a pesar de ser once contra diez, parecía ser el Inter quien tenía superioridad numérica.

El gol de Piqué a cinco del final encendió una lucecita de esperanza, la misma que los jugadores del Neroazzuro se encargaron de apagar a puro despeje y sin vacilar en defensa. La clave estuvo en la ventaja de la ida, a partir de ahí, el portugués que conduce al Inter pudo manejar la llave y explotar la mejor manera de jugar de sus jugadores: compacto en el terreno de juego, esperando el error del rival y explotando la efectividad de sus temibles delanteros, parecido a lo que llevó a Italia a ser campeón del mundo en 2006.

Quizá, la conclusión del reinado futbolístico del Barsa, en su punto más bajo de juego, se deba a que no tuvo la fiereza que le aportaba Eto´o (hoy en el Inter) y si la frialdad de Ibrahimovic, fichaje estrella de la temporada. Messi volvió a verse envuelto en la telaraña defensiva que tuvo puntos altísimos en Samuel, Cambiasso y Zanetti. Esta vez, Diego Milito fue actor de reparto, haciendo el trabajo sucio, y su hermano salió en el entretiempo por Maxwell.

Así, luego de tratar en eternas oportunidades, el Inter logró llegar de la mejor manera, bajando al mejor equipo del momento, luego de 68 años. Mucho tuvieron que ver los argentinos para llegar al choque contra el Bayern Munich en el Bernabeú.

Se llevo un gran truinfo en mexico

Venció 1-0 a San Luis de Potosí en la ida de los octavos de la Copa Libertadores. El equipo de Sabella, que guardó a varios de los titulares, hizo un gol por Leandro González y después aguantó a los mexicanos. El arquero Trejo le atajó un penal a la Gata Fernández. Fue expulsado Clemente Rodríguez. En ese camino de la doble vida, Estudiantes se jugará una carta -de riesgo, tal vez- en el primer cruce de hoy a las 18.45 (20.45 de Buenos Aires) ante San Luis Potosí. Alejandro Sabella decidió que la columna del campeón de América -Juan Sebastián Verón, José Sosa, Mauro Boselli, Rodrigo Braña, Marcos Angeleri y Leandro Desábato- se quedara en Buenos Aires con la tele encendida y la cabeza puesta en el partido ante Chacarita que se disputará el domingo en La Paternal, donde necesitará afirmar su liderazgo de cara a la definición de un Torneo Clausura al que le quedan tres escalones. Esa idea, jugada por cierto, es la que usa como fórmula en la doble competencia.

La decisión del DT es poco usual si se revisan los antecedentes de los equipos que, en la primera parte del año, siempre le dan prioridad a la Copa Libertadores sobre el torneo local. De hecho, no hay casos en los que se puedan obtener los dos títulos en el primer semestre como consecuencia de viajes que desgastan -éste es el caso-, futbolistas que no resisten jugar tres partidos por semana y presiones por la conquista. Así, con el equipo subido a lo más alto del campeonato, Sabella jugó su carta. ¿Qué lectura hace?

Si bien, naturalmente, no jugar con Verón y sus amigos supone un bajón en el funcionamiento, el técnico deposita confianza en un plantel y no en apenas 11 futbolistas. Eso, también, es una motivación para un grupo de jugadores que busca tener una chance en el que quizá sea el mejor equipo del momento en el fútbol argentino. Entonces, ¿por qué no pensar que Marcos Rojo, Matías Sánchez, Marcelo Carrusca o Leandro Fernández estarán a la altura del compromiso? Si cada vez que les toca entrar estas piezas de recambio aportan y no desentonan.

Otra de las cuestiones que se tuvo en cuenta para separar a los grupos -entre los que viajaron y los que no- es la categoría del rival. Si bien nadie es capaz de subestimar el potencial que pueda tener San Luis Potosí (eliminado del Torneo mexicano), tal vez no se hubiera tomado la misma determinación de preservar a seis piezas fundamentales para el Torneo Clausura si el adversario hubiera sido otro.

Estudiantes, alojado en Las Lomas -un San Isidro en cuanto a infraestructura y distancia de la Capital Federal-, tiene el corazón puesto en ese trofeo que tanta historia le hizo escribir en sus páginas de oro. Por eso, en el lobby del complejo Westin, nadie se altera por ausencias importantes o muestra señales de flaquezas por saber que quienes le dan luz propia estarán del otro lado de la pantalla, pendientes de la Libertadores y abocados a preparar bien el cruce ante Chacarita.

La administración de energías que propone Sabella tendrá su prueba en este primer partido de los octavos de final. Los suplentes y no tanto saldrán a jugar su propia final para defender el título conseguido en 2009

Sueña con el campeonato

Venció a Gimnasia 3-1 en La Paternal, en un partido que se le pudo complicar tras el empate transitorio de la visita, y quedó segundo, a un punto del líder Estudiantes. Ortigoza (de penal), Sosa, y Raymonda convirtieron para el equipo de Borghi, que lleva 11 partidos sin perder. Lucas Castro anotó para la visita.
rgentinos mostró todo su carácter y su practicidad y venció esta tarde a Gimnasia por 3-1 como local y quedó segundo, a un punto del líder Estudiantes, a falta de tres fechas para el final del Clausura.

Desde el comienzo se pudo observar que Argentinos salió a atacar, y lo hizo con el buen juego que siempre despliega a través de los pies de Néstor Ortigoza, Juan Mercier y Facundo Coria. Y fue a los 13 minutos que el Bicho dispuso de la gran oportunidad para abrir el marcador con un tiro libre de Gustavo Oberman que Pablo Bangardino desvió al córner.

Sin embargo, pese a que Gimnasia no tenía peso en el medio campo, dos minutos más tarde, logró inquietar a Nicolás Peric con con una entrada de Dennis Stracqualurssi que Santiago Gentiletti mandó al tiro de esquina.

Sobre los 18 minutos volvió a llegar el local y otra vez Bangardino le ahogó el grito de gol a Gonzalo Prósperi. Argentinos buscaba más pero no lograba concretar. Hasta que a los 26, Ismael Sosa recibió un pase de Coria y fue derribado en el área por Hugo Iriarte. Abal no dudo y cobró penal, que Ortigoza, con un tiro potente y al medio del arco, se encargó de transformar en el 1 a 0.

Nada cambió hasta el final de la etapa, ya que Argentinos siguió siendo superior e incluso pudo aumentar, pero nuevamente el seguro Bangardino le frustró la conquista a Sosa.

En la segunda etapa, Argentinos le cedió peligrosamente el terreno y la pelota a Gimnasia, que con muy poco logró arrimar al arco del chileno Peric.

Cuando corrían 23 minutos, el visitante llegó a la igualdad por intermedio de Castro - había ingresado un minuto antes por Sebastian Romero-, quien aprovechó un rebote largo de Peric tras un disparo desde 40 metros de Alvaro Ormeño.

Argentinos tuvo a la suerte de su lado, ya que logró el segundo tanto un minutos más tarde por intermedio de su mejor jugador Ismael Sosa, quien conectó a la red el centro desde la derecha ejecutado por Gonzalo Prósperi.

El equipo de Diego Cooca sintió al impacto, aunque fue en procura de la igualdad, pero se descuidó atras, y de contra, Santiago Raymonda (41 minutos) liquidó el partido y dejó a su equipo muy cerca de la punta y de la ilusión de ser campeón.

Se recuperò

En Avellaneda, el equipo de Russo derrotó por 2-0 a Banfield con goles de Matías Martínez y Bieler, ambos en el complemento. La Academia sumó su tercera victoria consecutiva y sigue escapándole a la Promoción. El Taladro, formó con mayoría de suplentes, recibe a Inter el miércoles por la Copa.

Racing derrotó por 2 a 0 a un Banfield alternativo, en Avellaneda y se alejó de la Promoción. En el segundo tiempo, Matías Martínez y Claudio Bieler convirtieron los goles del equipo de Miguel Angel Russo, que sumó su tercera victoria consecutiva (Vélez y Atlético Tucumán) en una semana.

Con este resultado, los de Avellaneda siguen sacándole diferencia a sus inmediatos perseguidores en la lucha por zafar de la Promocion (Gimnasia y Central), mientras que la cabeza de Banfield está en la Copa Libertadores (el miércoles recibe a Internacional de Brasil por el partido de ida de los octavos de final).

Racing dispuso un 4-3-1-2, con Sebastián Grazzini como encargado de armar juego y José Luis Fernández soltándose por la izquierda. Banfield utilizó su 4-4-2 de cabecera, con una alineación integrada totalmente por suplentes.

En el primer tiempo, pese a contar con un generador de juego natural, la primera llegada de Racing se produjo a los 50 segundos a través de una acción de pelota detenida: luego de un tiro libre, Lucas Aveldaño cabeceó, Enrique Bologna tapó el disparo y Claudio Bieler impactó luego con el pie, por encima del travesaño. La Academia mostró paciencia para salir jugando desde el fondo, aunque le faltó aceleración una vez que pasó la mitad de la cancha.

Banfield se dedicó a cederle el balón al local y apostó a responder de contraataque, por intermedio del lateral derecho Gustavo Toledo, quien le ganó varias veces la espalda a Fernández, y el segunda punta Maximiliano Laso. Pero Racing, como siempre, no gana para sustos: a los 24, Aveldaño dejó pasar una pelota confiado en que la tomaría Jorge De Olivera pero casi Marchant sorprende y convierte. El local propuso la iniciativa pero le costó penetrar en una defensa compuesta por dos líneas de cuatro, que retrocedieron velozmente una vez que Banfield perdió la pelota.

Por eso, aunque sin éxito, Racing probó desde media distancia, como en los casos de Grazzini y Yacob. El Taladro, las pocas veces que llegó desde los costados, buscó la cabeza de Luis Salmerón, quien se las ingenió bastante bien para ganar en el área rival. En el segundo tiempo, Racing salió con todo en busca del triunfo pero con escasa claridad. Y cuando arribó a las inmediaciones de Bologna, no pudo definir, como le pasó a Fernández, a los 9.

Las escasas luces de Racing para adelantarse en el terreno no hicieron más que provocar el lucimiento de una estructura visitante firme, que rechazó todo intento ofensivo del local. El desconcierto del equipo de Russo fue tan grande, que Banfield abandonó paulatinamente su postura especulativa y se animó a inquietar a su rival. Laso tiró desde lejos a los 19 y De Olivera rechazó hacia un costado. La desesperación por encontrar el gol hizo que Racing llegase a posiciones de remate con pelota en movimiento hasta con un marcador central, como Matías Martínez, cuyo tiro salió muy desviado.

Pero a los 24, Bieler, la esperanza goleadora que llegó desde la Liga de Quito, perdió una ocasión increíble debajo del arco. A Racing le costó mucho arribar al área rival con claridad, aunque cuando estuvo a tiro, falló en la definición. No obstante, Martínez probó otra vez desde posición ofensiva y sometió a Bologna con un remate violento, al aprovechar un error defensivo luego de un tiro de esquina.

Bieler también tuvo revancha al anotar el segundo gol de la Academia. El ingreso de Lucas Castromán, más vertical, por Bruno Zuculini fue clave para cambiar el desarrollo del encuentro y darle a Racing tres puntos vitales en su lucha por permanecer en Primera.

Otra mas a la b

Fue 2-2 en Tucumán con goles de Luis Rodríguez -2- para el local y Zelaya y Caraglio, empataron en la visita. El punto no le sirvió a los de Mario Gómez que descendieron a la B Nacional. El Decano se despidió con una emotiva ovación de su gente. El Canalla quedó casi condenado a la Promoción.
Muchas veces, cuando un equipo pierde la categoría, sus hinchas, sin pensarlo, les hacen notar su malestar a los jugadores con insultos. Sin embargo, eso no pasó ayer en Tucumán. Todo lo contrario. Porque el hincha de Atlético, que de antemano sabía que sólo un milagro podía salvar a su equipo del descenso, prefirió alentar y reconocer el esfuerzo hasta el último minuto en el empate 2 a 2 con Central, que prácticamente está condenado a jugar la Promoción.

Ese reconocimiento de la gente, emocionante por cierto, quedará guardada en la memoria de muchos. Sobre todo en los jugadores de Atlético Tucumán que, con lágrimas en los ojos, le dijeron adiós a Primera, pese a que todavía les quedan por jugar tres partidos.

Así Tucumán, una vez más, volvió a perder una plaza en la elite del fútbol, como había sucedido el año pasado con San Martín.

El partido fue movido. De entrada se sabía que ambos necesitaban el triunfo. Por eso los 90 minutos fueron de ida y vuelta y los tres puntos pudieron haber quedado tranquilamente para cualquiera de los dos. Fue Atlético el que tomó la iniciativa y la primera que tuvo no la desaprovechó. De un preciso centro de Montiglio, la pelota quedó en los pies de la Pulga Rodríguez para establecer el 1-0. Era un renacer para el equipo tucumano, tenía una vida más para seguir siendo de Primera.

Pero Atlético, como en todo el Torneo Clausura, no supo mantener la calma; descuidó la pelota y lo pagó caro. Central no se enloqueció; insistió e insistió. Y Zelaya, justamente un tucumano, fue el que le dio la igualdad al conjunto rosarino. Balde de agua fría para los de Mario Gómez y un volver a empezar para Central.

El complemento fue no apto para cardíacos. Mario Gómez sacó Longo y el Flaco Pereyra le cambió la cara al equipo. A los 6 minutos una escapada suya decretó el segundo gol local: mandó el centro y Rodríguez, luego de bajarla con el pecho y de amagar, definió suave al palo derecho de Galíndez. Eso puso a Atlético otra vez en ventaja. Con un golazo.

La alegría duró poco. Tras una falta, Furchi expulsó a Herrera y el local se quedó con diez en su mejor momento. Madelón mandó a la cancha a Luciano Figueroa para aprovechar el hombre de menos en el fondo de Atlético y en la primera chance que tuvo el delantero asistió a Caraglio, que no perdonó.

Atlético, ya con más corazón que fútbol e impulsado por su gente, que no paró de alentar y de mostrar una lluvia de fuegos de artificios, fue con todo en busca del gol. Esa desesperación pudo haberle costado caro porque le dio a Central infinidad de contras para liquidar, pero las desaprovechó.

Ahora Central deberá ganar todo lo que le queda y esperar un milagro. Atlético tendrá que empezar rápidamente un nuevo proyecto para la próxima temporada, pero en Primera B Nacional.

9 y 10

Pase de Riquelme, gol de Palermo y festejo asociado. Esta vez sí hubo celebración entre los dos ídolos. A partir de ahí se desató la fiesta.

Vaya uno a saber si fue sincero. O si les salió del alma. Tal vez no haya sido del todo espontáneo, pero de lo que no hay dudas es que se trató de un abrazo con muchos otros calificativos. Fue el abrazo más esperado, el abrazo que se debían Riquelme y Palermo, el abrazo que emocionó al pueblo boquense. Ese apretujón entre el 9 y el 10 no sólo fue el abrazo más taquillero de los últimos tiempos: fue la tregua menos pensada, la calma más deseada, la alegría que hacía falta dentro de esa enorme alegría que trajó el 2 a 0 a San Lorenzo.

Fue el broche de oro a una noche especial. Porque ganó Boca --por fin-- un domingo, día esquivo en este apático 2010. Porque se achicó la paternidad de San Lorenzo. Porque el equipo de Pompei se alejó de la última posición y hasta pasó al equipo del Gallego Méndez. Porque hubo un gol tempranero (córner de Riquelme a la cabeza de Giménez) que trajó tranquilidad de entrada. Y porque en el peor momento de Boca, Palermo buscó a Román, el 10 se la dio al rastrón al 9 y el Titán de los goles imposibles definió de zurda al primer palo de Migliore.

Lejos de terminarse con ese gol, la fiesta recién comenzó ahí. Porque el Palermo-goleador corrió hacia la izquierda y el GPS de Riquelme lo mandó al mismo lugar. Sin extraños alrededor, el abrazo se vio venir inexorablemente. Y allí fue cuando Román levantó a Palermo para éxtasis de todo Boca.

La celebración duró unos segundos, hasta que se arrimaron Monzón y compañía y todo se hizo más comunitario. Pero el puntapié inicial lo dieron el abanderado de los riquelmistas y el líder de los palermistas. Riquelme y Palermo, claro, los mismos que visten y calzan...

Que no se llevan bien es más sabido que la tabla del 2. También, que Riquelme se había escapado del abrazo que buscó darle Palermo ante Arsenal, el día que el 9 quebró el récord de 219 goles. La interna, a partir de eso, había vuelto a instalarse: Palermo dijo que no tenía relación con su máximo asistidor y Riquelme argumentó que no había querido sumarse a ese hecho histórico frente a la barra por un supuesto apriete recibido el día anterior. De hecho, mañana Román deberá ir a la Justicia a aclarar si hubo o no apriete.

La 12, palermista, hizo una bandera ante Gimnasia que decía "Martín Palermo, mi único héroe en todo este lío". El resto de la hinchada acompañó a Riquelme pero sin descuidar su devoción por el 9. Ayer, por caso, hubo varias banderas pro-Riquelme: una decía "Román, gracias por ser hincha de Boca y por tu magia inigualable".

Otra muestra más de Guerra Fría podría haber hecho detonar todo. Pero no, el abrazo inteligente del 9 y del 10 potenció todo para bien. Porque Palermo enseguida hizo un quiebre en mitad de cancha y se ganó todos los aplausos. Porque Riquelme sacó a pasear a Damián Martínez y la gente lo ovacionó. Porque el Boca pos-abrazo empezó a tocar y la cancha vibró con los "ole, ole, ole". Y Palermo se fue reemplazado y no chistó. Y Román le pegó una patada y el Kily González reaccionó, y la gente estuvo a morir con el 10.

Habló luego Riquelme: "No entiendo tu pregunta (del abrazo). Estamos contentos porque hemos ganado. Martín hizo su trabajo y yo, el mío. Hay que hablar de fútbol..." OK, pero imposible no hablar de ese "Venga ese abrazo..." .

Pincha Fueertee

El “pincha” apeló a todos sus titulares y le ganó 1 a 0 al Millonario de Cappa en Quilmes.

El único tanto lo marcó Quiroga en contra. Al conjunto platense le bastó con su oficio para superar a un rival inofensivo, que terminó con nueve por las rojas a Villalva y Cabral.
La ambición sin límites de Estudiantes se alimentó con una ajustada pero nítida victoria por 1-0 sobre River, en Quilmes. De esta manera, el Pincha logró retornar a la cima del Clausura y ya tiene la mente puesta en el duelo del martes ante San Luis Potosí de México, por los octavos de final de la Copa Libertadores. Por su parte, el equipo dirigido por Angel Cappa sufrió su primera caída en el flamante ciclo y volvió a mostrar un rumbo excesivamente dubitativo.

Tal como sucedió en el arranque con Godoy Cruz, los dirigidos por Cappa asumieron la iniciativa mediante una sistemática presión en campo rival e intentaron progresar con juego asociado por las bandas. Pero la ausencia de una referencia en el área fue una carencia que empezó a agravarse con el correr de los minutos. En definitiva, sobraron los toques pero faltaron los remates al arco. La intención de desplegar un juego prolijo, con Ortega, Díaz y Villalva como estandartes, se diluyó ante la falta de precisión para profundizar.

Pero como también sucedió hace siete días contra los mendocinos, llegó un golpe inesperado y se desplomó esa construcción humilde pero prometedora. A los 21, Enzo Pérez envió un centro por derecha que Facundo Quiroga conectó de manera accidental. La parábola de la pelota eludió el esfuerzo del arquero Juan Marcelo Ojeda y el Pincha consiguió una inesperada ventaja. Hasta entonces, el tándem Verón-Braña no comandaba y Sosa era bien marcado en la izquierda. Pero después del tanto, el campeón americano logró asumir las riendas y coqueteó con el segundo en varias oportunidades.

Un cabezazo de Desábato por sobre la salida de Ojeda y otro de Gastón Fernández fueron algunas de las maniobras más peligrosas que tuvo Estudiantes. En tanto, la Gata convirtió un golazo de chilena que fue correctamente invalidado por el línea. Todavía sin rumbo, River estuvo muy cerca de lograr la igualdad en el cierre del primer tiempo, pero Pérez apareció justo a tiempo para despejar cerca de la línea.

En el complemento, River recuperó un poco su orden y fue al frente con más ganas que ideas. La zona escogida para dañar fue la derecha, donde Affranchino intentó desbordar sin éxito. Precisamente, por ese sector llegó la única situación clara de los riverplatenses en el segundo periodo. Fue a los 10 minutos, cuando Villalva se escapó tras un pase de Ortega y sacó un disparo que casi besa el palo de Orión. Poco después, Cappa envió al campo a Buonanotte con el objetivo de potenciar esa presión.

Por su parte, el Pincha no se disgustó al asumir un rol más pasivo y, con los ingresos de Benítez y Núñez, aprovechó los espacios que dejó el Millonario en su zona trasera. Con un oficio clásico de campeón, Estudiantes desactivó los inocentes ataques riverplatenses y lanzó varios contragolpes peligrosos. El clima estaba caldeado desde el arranque del segundo tiempo, cuando Ortega lo había pisado a Desábato en una falta para expulsión. Y esa bomba estalló en el final, cuando Pittana les sacó la roja a Villalva y Cabral por sendas planchas.

Pese a que no desarrolló su mejor versión, a Estudiantes le bastó y le sobró con su jerarquía para quitarle el invicto a Cappa en su ciclo en Núñez. La arriesgada apuesta de Sabella, que puso lo mejor pese a la proximidad del duelo por la Copa, por ahora dio réditos. En cambio, River volvió a su cruda realidad, una delicada situación que exige más que buenas intencione

Arsenal Le fue mal en el sur

Fue 4-1 como local, con goles de Hoyos, Salcedo (ambos de cabeza), Leandro Díaz y Carrasco. Descontó Leguizamón. Así, el equipo de Zubeldía quedó a un punto de Vélez en la tabla general, que es último que clasifica a la Copa del próximo semestre.
Lanús goleó esta tarde a Arsenal por 4 a 1 y sueña con clasificarse para jugar la Copa Sudamericana 2010. Los goles del Granate fueron convertidos por Santiago Hoyos, Santiago Salcedo, Leandro Díaz y Javier Carrasco. En tanto que Luciano Leguizamón anotó el tanto de Arsenal. Esta fue una victoria contundente del local, que en el segundo tiempo -a partir de la tercera conquista de Leandro Díaz- fue netamente superior.

Lanús se puso en ventaja por primera vez a los 11 minutos, cuando el que mejor estaba jugando era Arsenal. Fue un tiro de esquina que ejecutó Maximiliano Velázquez y que Hoyos de cabeza conectó a la red. Después, el equipo de Burruchaga tuvo en los pies de Leguizamón, dos veces, Javier Yacus y Federico Poggi la posibilidad de la igualdad, pero las buenas respuestas del arquero Agustín Marchesín lo evitaron.

Sobre los 36 minutos, encima, el conjunto de Zubeldía marcó el segundo tanto, con una situación idéntica a la del primer gol: tiro de esquina de Velázquez que cabeceó, esta vez, el paraguayo Salcedo. Con el 2-0 a favor de los locales, ambos equipos se fueron al descanso, con un partido que aún estaba abierto

Sin embargo, a los 4 minutos, se desplomaron las ilusiones de Arsenal de darlo vuelta cuando llegó el 3-0 por intermedio de Leandro Díaz. El descuento de Luciano Leguizamón fue a los 17 minutos, pero ya nada podía revertirse. Pronto aparecería en escena el ingresado Javier Carrasco para poner el cuarto gol. Así, con 56 unidades, Lanús se colocó a uno de Vélez (57), que es el último clasificado para la Sudamericana.

K.O

En el Coloso Marcelo Bielsa, Newell's goleó 5-0 a Colón y escaló dos posiciones en la tabla general (tiene 63, a un punto de Banfield e Independiente) y sigue con la posibilidad de acceder a la Copa Sudamericana. Los goles los convirtieron Boghossian (2), Sperdutti, Formica y Achucarro.
En Rosario, lo venció por 5-0 con goles de Boghossian -2-, Sperdutti, Formica y Achucarro. El equipo de Sensini sumó su cuarto partido consecutivo sin derrotas (3 victorias y 1 empate). Los de Mohamed hace tres que no ganan

Le hiso la CRUZ a Chacarita

se Ba
Lo venció por 1-0 en Mendoza con un gol de David Ramírez. El equipo de Asad es el único líder con 31 puntos, pero Independiente y Estudiantes (30), y Argentinos (29) podrán superarlo. El Funebrero perdió la categoría por sexta vez en su historia.
Godoy Cruz deseaba ser puntero y ganó, aunque con dificultades y limitaciones, un partido en el que tenía que asegurar con los tres puntos. Chacarita, por el contrario, llegó a Mendoza en zona de milagro y en esta oportunidad no hubo espacio para la hazaña y por eso jugará en la B Nacional.

Le costó algo más que un cuarto de hora acomodarse a Godoy Cruz al nuevo esquema defensivo, con tres hombres, que armó el Turco Asad. Pero después del golazo de Ramírez, quien definió de zurda la devolución en pared de Carranza, de a poco fueron quedando en evidencia las diferencias in disimulables entre un equipo que aspira a ser campeón y otro que no pudo evitar la guadaña del descenso.

Es que este Chacarita bamboleante, todavía en estado de nocaut por el despido de Mauro Navas y la separación de varios jugadores que hasta la fecha pasada eran titulares indiscutidos, padeció demasiado ese impacto que significó verse en desventaja. Sin construcción de juego en la zona de los volantes con Zarif, Frezzotti, Centurión y Zeballos, la pelota siempre les llegó impura a los dos puntas, Chiocarello y Parra. Por eso, salvo un derechazo picante de Parra a las manos de Ibáñez, el equipo del debutante Marabotto casi no tuvo presencia en el área de enfrente.

Verdad es también que la tarea de los mendocinos no tuvo ni de cerca la consistencia de un conjunto al que se lo considera un sólido aspirante al título. Lo que sí se notó fácilmente es que la jerarquía individual de los locales era superior a la de los visitantes. Sobre todo en ataque, por Carranza, Higuaín y Ramírez, quienes en maniobras individuales y colectivas llevaron peligro sobre la valla de Tauber.

Como aquella que Sánchez, increíblemente, desperdició debajo del marco, cuando rechazó un muy buen centro de Rojas en vez de empujarlo a la red. O ese potente remate de Ramírez que obligó a Tauber a un esfuerzo diferente para evitar la segunda caída.

Con los mismos protagonistas arrancó el segundo tiempo. La novedad fue la mejora -mínima, pero mejora al fin- de Chacarita. Con el elemental recurso de apoderarse del balón, aunque también muy lejos del arco de Ibáñez, los de San Martín le pusieron un interrogante al resultado final.

Y cuando Marabotto mandó a la cancha al juvenil Pisano, un enganche que constituye una esperanza para el futuro en la B Nacional, Asad respondió con una variante que denunció cautela: Zelmar García, un marcador de punta izquierda, por Ramírez, un enganche hecho y derecho. Godoy Cruz completó la línea de cuatro y desde ahí hasta el final la prioridad pasó a ser que Ibáñez no sufriera demasiado. Aunque a los 29 minutos, Parra tuvo una posibilidad ideal para empatar pero Martínez despejó sobre la línea cuando el arquero estaba vencido.

De los últimos 15 minutos quedó casi nada para rescatar. Alguna pincelada de Pisano, el regreso del colombiano Jairo Castillo, la presencia de Salinas aunque lejos del gol más Godoy Cruz y Chacarita atendiendo cada uno su juego. Sin revisar demasiado la pobreza de anoche, el Tomba no se bajó de la ilusión de la vuelta olímpica. El Funebrero, por su parte, no pudo evitar lo que se sabía inevitable.

Le gano a TIGRE

GANO VELEZ

Fue 1-0 en el Amalfitani con un gol de Rolando Zárate en el cuarto minuto de descuento. Gareca puso mayoría de juveniles ya que se guardó a los titulares para la Copa. Los de Caruso Lombardi sumaron su tercera derrota consecutiva.

Aunque el partido que los enfrentará esta tarde pertenece al Clausura 2010, para Vélez y Tigre se parece más a una inversión a futuro. Es que los tres puntos en juego a ninguno de los dos pueden cambiarles demasiado el balance en este campeonato que ya entró en la recta final, pero sí pueden servirles la temporada que viene: Vélez está peleando con Colón y Lanús la clasificación a la Copa Sudamericana, y para Tigre es importante empezar a mejorar el flaco promedio con el que arrancará el próximo Apertura.

Claro que en el caso de Vélez, hay un objetivo más importante e inmediato que atender, ya que debe jugar la semana que viene de visitante por la Libertadores (hoy se definirá el calendario de los octavos de final; en Liniers creen que les tocará jugar el martes). Por eso, Ricardo Gareca pondrá una formación alternativa.

A la ausencia de los jugadores habitualmente titulares, a quienes se reserva para el choque por la Copa, se suma la de Nicolás Cabrera, quien ayer fue descartado por una lesión en su tobillo izquierdo.

Se prevé que Gareca presente un dibujo con doble enganche, Velázquez-Bella, y Zárate -reaparece tras su lesión- como único punta. Sin embargo, el técnico podría optar por incluir a Cristaldo adelante.

Tigre viene de perder dos partidos seguidos (2-6 ante Godoy Cruz y 1-2 ante Estudiantes) y su entrenador, Ricardo Caruso Lombardi, dispondría tres cambios tácticos con respecto a la fecha anterior: en la defensa, Garat reemplazará a Leyes, y en el medio, Pasini jugará en lugar de Ribair Rodríguez (lesionado) y Rubén Botta por Jonathan Blanco.

El partido, que será arbitrado por Mauro Giannini, comenzará a las 19 y será televisado en vivo por Canal 7.

Gran truinfo de la Acade

La Academia venció 1-0 en la continuación del partido que había sido suspendido por la lluvia. Grazzini hizo el gol que dejó a Atlético muy complicado por el descenso.

Racing Club dio esta noche un paso clave hacia su salvación en la tabla de los promedios al vencer a un casi condenado Atlético Tucumán 1-0 en el Monumental José Fierro. En el marco de los 67 minutos que estaban pendientes por la duodécima fecha del torneo Clausura, el gol lo aportó Sebastián Grazzini, en el primer minuto del segundo tiempo de este minipartido.

Con este resultado la Academia, de momento, sigue a salvo de todo, mientras que Atlético parece carecer de remedio en su lucha por la permanencia en la categoría. A cuatro capítulos del desenlace de la temporada, Gimnasia y Esgrima La Plata y Rosario Central se hallan en zona de Promoción, mientras Chacarita Juniors y Atlético padecen en posición de descenso directo.

En su momento este cotejo se hizo esperar porque una tormenta obligó a su suspensión cuando se habían jugado 23 minutos y estaban 0-0. En el primer período de este miércoles, a Racing se lo vio mejor parado que a su adversario, con el capitán Claudio Yacob como patrón.

La Academia mantuvo el impulso positivo que le permitió el domingo último reaccionar y dar vuelta el tanteador ante Vélez Sarsfield.
Es más, el conjunto bonaerense fue el dueño de la etapa y hasta mereció ganarla, ya que le anularon mal una conquista a Yacob. El árbitro Gabriel Favale se equivocó al interpretar que el capitán había cometido una infracción antes de saltar. Atlético careció de coordinación y así se vio imposibilitado de asistir a Luis Rodríguez y Emanuel Gigliotti.

A pesar de todo, a los 30 el local estuvo a punto de convertir, cuando a Javíer Paéz le faltó muy poco para anticiparse a Jorge De Olivera. Otra chance clara para los dirigidos por Miguel Angel Russo se dio en el minuto 20, cuando Lucas Aveldaño cabeceó, pero entre Lucas Ischuck y Paéz solucionaron el problema con incomodidad sobre la línea.

En la segunda etapa el anfitrión asumió riesgos, se jugó entero y Racing encontró mejores espacios para complicarlo. Grazzini se perdió el gol ni bien se reanudó el juego, pero en la escena siguiente ingresó al área y con tranquilidad y eficacia doblegó a Ischuck.
A partir de entonces Atlético buscó el empate con urgencia, pero Racing se mostró sólido y se impuso con justicia.

Con la victoria bajo el brazo Racing vuelve a Avellaneda más aliviado, mientras Atlético se quedó frustrado y consciente de que quedó a un paso del regreso a la Primera B Nacional.

Esta es la síntesis del partido:

Atlético Tucumán: Lucas Ischuk; Andrés Bressán, Javier Páez, Juan Manuel Azconzábal, Deivis Barone; César Montiglio, Martín Granero, Damián Musto, Claudio Vargas; Luis Rodríguez y Emanuel Gigliotti. Director técnico: Mario Gómez.

Racing: Jorge De Olivera; Braian Lluy, Lucas Aveldaño, Matías Martínez, Nicolás Sainz; Bruno Zucuini, Claudio Yacob, José Luis Fernández; Sebastián Grazzini; Pablo Luguercio y Claudio Bieler. Director técnico: Miguel Angel Russo.

Gol: en el segundo tiempo, al minuto, Grazzini (R).

Cambios: en el segundo tiempo, desde la reanudación, José Saavedra (A) por Barone; a los 11 minutos, Longo (A) por Vargas; a los 16, Claudio Sarría (A) por Granero; a los 19, Brítez Ojeda (R) por Grazzini; a los 22, Gabriel Hauche (R) por Luguercio y, a los 32, Roberto Ayala (R) por Zuculini. Estadio Monumental José Fierro.

Arbitro: Gabriel Favale.

Empate Por ahora la punta es del Leon

Muchas sensaciones, muchos cambios de resultado y de posiciones en lo más alto de la tabla. Argentinos fue a Sarandí en busca de la punta en soledad, oportunidad que se abrió con la derrota de Godoy Cruz, pero para eso debía ganarle a Arsenal, el empate no alcazaba...y no alcanzó. Fue 2-2, con más ganas que el fútbol que mostró el Bicho, y así Estudiantes e Independiente son los punteros del Clausura.

Argentinos salió con todo, con la punta en la cabeza, sabiendo que de ganar quedaba en soledad en lo más alto. Y Calderón, referente del plantel, se puso el equipo al hombro, se animó desde afuera del área, la pelota se desvió en Tula y nada pudo hacer Campestrini. El delantero no lo gritó por su pasado en Sarandí. Igual, poco le duró la alegría y el liderazgo el Bicho. Sólo media hora. Porque el arquero de Arsenal sacó rápido, encontró mal parada a la defensa de Borghi y Leguizamón no perdonó: dejó en el camino a Peric y definió con el arco libre. Sin dudas, un gol que se gritó en media Avellaneda (la parte roja) y media La Plata (la parte pincha).

Si ese se festejó por tres, lo que vino después no fue menos. A pesar de que le anularon un gol al 9 de Arsenal (por posición adelantada, una jugada muy fina), tuvo la chance desde el punto del penal (también dudoso). Legui la metió, Laverni lo hizo repetir, pero Luciano no perdona: eligió el mismo lugar y puso el 2-1. No se abrazó con el Tolo Gallego y Pachorra Sabela porque no estaban en la cancha, pero seguro que los entrenadores se alegraron. Borghi intentó llegar por los costados con los ingresos de Federico Domínguez y el chileno Emilio Hernández, pero Arsenal estuvo firme en la marca y sabio con la pelota al pie. Tanto es así que Leguizamón tuvo dos más (una dio en el travesaño y otra fue a las manos de Peric) antes de dejarle el lugar a Obolo.

Pero Arsenal no lo liquidó (también fallaron Menendez y Jara) y Argentinos aprovechó. A pesar de no mostrar el fútbol lindo que vimos en las fechas anteriores, el Bicho fue para adelante, con empuje; Arsenal se replegó demasiado y con un centro que parecía controlado, la pelota picó en el área y Facundo Coria la cruzó para el 2-2 final. Se cortaron todas las rachas: Arsenal venía de tres derrotas al hilo (Independiente, Huracán y Boca) y Argentinos de cuatro victorias seguidas (River, Chacarita, Central y Colón). Sin dudas, este empate se festejó en otros ambientes. A Gallego y Sabella le caía mejor el 2-1, pero el empate cayó casi igual de bien. El Rojo y el Pincha son los nuevos líderes.
Al Bicho se le iba el partido, pero con más ganas que ideas fue y logró el empate: Facundo Coria la mandó a guardar de cabeza. Caldera había puesto el 1-0 y Leguizamón hizo los dos de Arsenal. El Rojo y el Pincha festejan el empate.

Lo bajo de un hondazo

El Globo podía quedar quinto, pero el Ciclón no lo dejó. Con un gol más lindo que el otro -Papu Gómez, Bordagaray y Leiva-, San Lorenzo lo borró de la cancha y se quedó con el clásico por 3-0. Y ahora...¿Quién saca al Gallego Méndez?
La posición en la tabla no fue una variable para San Lorenzo en el clásico casa adentro ante Huracán. El Santo manejó el partido con tranquilidad y terminó floreándose con el resultado ya asegurado luego de la llamativa exquisitez de Leiva para el 3-0.

Luego de un comienzo cerrado, fue el Papu Gómez quién marcó diferencias con su velocidad y su pegada para poner el 1-0. A partir de ahí, el local manejó los tiempos con cierta tranquilidad. Huracán no tuvo respuestas de ningún tipo.

El segundo tiempo no fue muy diferente. Y la historia se terminó con dos golpes. Así, secos y contundentes de San Lorenzo. La arremetida de Bordagaray y la preciosa definición de Leiva por arriba de todos cerró el encuentro.

Así, con el 3-0, el Gallego Méndez ganó su segundo clásico desde que asumió. Primero había sido Independiente la víctima, y ahora el rival del barrio. Pero el ex defensor irá por más la semana que viene cuando visite a Boca en la Bombonera, estadio en el cuál jugó su último partido como jugador. Huracán perdió después de mucho, pero la derrota lo bajó a tierra, por lo que significa el partido.

Clasico al rojo vivo

Central se puso arriba enseguida con un gol de Braghieri, pero el Flaco Schiavi lo empató de penal. Y luego, el clásico rosarino fue un show de expulsiones: Valentini, Paglialunga, Cristian Núñez y Bernardi.

El dos fue el número del día en Rosario: Dos goles de dos defensores, dos tiempos, uno muy diferente del otro, dos expulsados en cada equipo, dos puntos lo que perdió cada uno. Central y Newell´s empataron 1-1. Para los dos era un partido clave y el que festeja más obviamente es La Lepra por su condición de visitante.

Con las dos grandes torres sentadas en el banco, Boghossian y Figueroa, la tarea del gol fue para otros dos. Bien tempranito, Newell´s marcó muy mal en el área, y dejó solo a Diego Braghieri, que no es delantero, pero le pegó con alma y vida delante de la hinchada local para poner el 1-0.

Pero no lo pudo sostener Central. Y Newell´s lo emparejó a los 15 por medio del penal que Schiavi pateó como lo patean los experimentados. A los 34 comenzó el póker de expulsados con el choque entre Mario Paglialunga y Lucas Bernardi. Sobre el cierre lo propio por parte de Cristian Núñez.

Las emociones quedaron en el primer tiempo. Porque en el segundo hubo mucha más paridad que antes, más allá que hubo dinámica y se prestaron la posesión de la pelota. Otra vez tempranito, llegó otra incidencia: la expulsión de Nahuel Valentini. Partido difentes desde ese momento, con 18 jugadores en total. A los 10 entró Figueroa, pero Lucho no pudo generar peligro. Mucho menos Boghossian, que ingresó a siete del final.

Uno para cada uno y todos a sus casas. A pensar en cómo terminar positivamente el torneo. Central con más necesidad por el promedio. Newell´s por el nivel de su juego en el promedio general. Un empate más, el número 71 en la historia. Más pardas que triunfos, dato que marca la histórica paridad entre los conjuntos rosarinos. Quedó la sensación que los dos no quedaron enojados con el resultado final.

Boca mordio el pasto

Con un golazo de chilena del colombiano Pérez, que luego salió desgarrado, Gimnasia le ganó 1-0 a Boca y da pelea. Palermo, recibido con una bandera de apoyo de la Doce, se quedó masticando pasto tras fallar un gol. El Lobo perdió a Sessa por amarillas y a Pérez para enfrentar a Argentinos.

En el Bosque, Gimnasia se agrandó y demostró una vez más que se hace muy fuerte en su cancha. El Lobo, con momentos de buen fútbol, le ganó 1-0 a Boca gracias a una chilena espectacular de Marco Pérez. A pesar de realizar tremendo gol, el colombiano vivió una de cal y una de arena, ya que se retiró desgarrado a los 30 minutos del segundo tiempo.

El Xeneize, que venía entonado tras la victoria por 4-0 frente a Arsenal en el debut de Roberto Pompei como técnico, no pudo quebrar el correcto planteo de Diego Cocca, que permitió que Gimnasia maneje la pelota durante gran parte del encuentro.

Gimnasia buscó y buscó, hasta que el tan ansiado gol llegó: tras una atajada del arquero Javier García, Marco Pérez realizó una espectacular chilena y la puso al palo izquierdo del Uno, que nada pudo hacer. Desde ahí, el Lobo aguantó bien el partido y las embestidas de Boca, que reclamó varios penales al árbitro Federico Beligoy.

Con estos tres puntos, Gimnasia suma 126, y terminará la jornada fuera de la zona de Promoción. Pero no todas son buenas para los platenses: Marco Pérez, su goleador, estará tres semanas inactivo por un desgarro en el posterior derecho y se perderá los partidos frente a Argentinos, Lanús y Newell´s. Además, Gastón Sessa llegó a la quinta amarilla y no jugará frente al Bicho.

No fue un partido de futbol

Un partido donde nacio un nuevo capitulo de la violencia pero racing lo hiso emocionante se lo dio vuelta a velez
En un partido repleto de emociones, Racing encontró la vuelta en el segundo tiempo, tras la expulsión de Ricardo Alvarez, y liquidó a Vélez con una ráfaga de goles. Lugüercio, Yacob y Bieler le dieron la victoria por 3-1 a los de Avellaneda.

El encuentro fue parejo a lo largo de los primeros 40 minutos. La lluvia hizo que las imprecisiones fueron moneda corriente, y que no se pudiera disfrutar del buen pie de varios jugadores que estuvieron en cancha. Ya sobre el final de los primeros 45, apareció Fernando Tobio para romper el cero, y conectando un impecable cabezazo, le rompió el arco a De Olivera.

En el segundo tiempo, el partido se vio frenado por una serie de incidentes en la tribuna, en donde hubo enfrentamientos entre simpatizantes de Racing y Vélez, además de disputas entre miembros de la misma hinchada. Pero Javier Collado decidió que la pelota siga rodando, y así fue. Ya a los 23 minutos, cambió el panorama: Ricardo Alvarez se hizo expulsar y los de Gareca quedaron con 10. A partir de ahí, la Academia se agrandó y en una ráfaga de cinco minutos, dio vuelta el partido. Primero Lugüercio, luego Yacob, con un remate desde afuera del área, y por último Bieler, convirtieron para darle los tres puntos a los de Avellaneda.

Miguel Angel Russo acertó con la dupla de ataque, y Racing consiguió una victoria que le sirve para permanecer fuera de la Promoción al menos por esta semana. El miércoles debe completar los 68 minutos que restan del encuentro con Atlético, y en caso de ganar, quedaría tres unidades arriba de Gimnasia.

La ferrari de angel

La Ferrari de Angel

El debut de Cappa en River tuvo de todo: el equipo arrancó perdiendo por un gol de Higuaín, pero lo dio vuelta con un tanto de Ortega, y una exquisités de Ferrari, con amague a Ibáñez incluído. Además, Buonanotte volvió a las canchas, y Ojeda ingresó en lugar de Vega, que se fue lesionado. ¿Algo más?
¿Qué más se puede pedir River? Pasó de todo: el debut de Angel Cappa, un comienzo adverso por un gol de Higuaín (alguna vez vistió la casaca Millonaria), la vuelta de Buonanotte, que hizo que las palmas de la hinchada se vuelvan a poner rojas de tanto aplauso, el empate de Ortega, cortando una racha de 534 minutos sin goles del equipo, el golazo de Ferrari, esquivando a Ibáñez a toda velocidad, y el desahogo. Sí, esta vez la gente se fue feliz y no terminó sufriendo un empate agónico ni nada por el estilo. River fue contundente, jugó bien, y le ganó 2-1 a Godoy Cruz, uno de los mejores del campeonato.

El arranque del partido daba a entender que nada había cambiado en River. César Carranza desbordó y tiró un centro impecable, para que Federico Higuaín apareciera por el centro del área y se la mandará a guardar a Vega. Pero el equipo de Cappa no se rindió. El DT comenzó a dar indicaciones, y con grandes muestras de fútbol de Ortega, levantó contundentemente el nivel y se adueñó de la pelota.

De todas formas, River no conseguía lo más importante: el gol. Ya desesperado, Cappa se la jugó y mandó a la cancha a Buonanotte, que volvió a jugar un partido oficial luego del accidente sufrido cuatro meses atrás. El Enano entró por Canales y desató la euforia de los hinchas, que se cansaron de aplaudirlo. Ahí nomás, se sintió el ingreso del volante, que se asoció con Ortega y le dio más contundencia a la ofensiva Millonaria.

Finalmente, la sequía de goles se cortó. ¿Quién podría terminar con semejante maleficio? No podía ser otro que Ariel Ortega, eterno ídolo de River, que la empujó abajo del arco y marcó el empate, luego de 534 minutos del equipo sin convertir. Pero esta vez, los jugadores no se conformaron y fueron por mas. Apenas pasaron dos minutos, para que Ferrari se escape en ofensiva, y a toda velocidad supere a Ibáñez, y defina para poner el 2-1 final.

Ya con el resultado a favor, Daniel Vega sufrió una lesión lumbar, que a pesar de que no sería nada grave, le impidió seguir y permitió el ingreso de Juan Ojeda. Así y todo, River aguantó. Gallardo terminó con un probable desgarro, Ferrari acalambrado, pero todos se fueron contentos. Esta vez, los tres puntos quedaron en Núñez.

Yo tambein hise uno

Reviví los goles de otros jugadores que, al igual que Leandro Gracián, también la embocaron desde mitad de cancha. Palermo, Chilavert, Calderón, Braña y Silva saben lo que sintió el Tano.

GOL DEL CAMPEONATO

EL GOL DEL CAMPEONATO

El gol del campeonato Independiente recuperó la sonrisa con una genialidad del Tano Gracián: se avivó tras el empate de Banfield y se la clavó a Luchetti desde el círculo central. Núñez puso el 3-1 en el descuento para que los de Gallego corten la sequía luego de dos derrotas al hilo. Y así siguen prendidos en la lucha por el título.
El campeonato pasado, este mismo partido, en el Libertadores de América, fue el que dejó a Independiente sin chances de campeonato y le dio a Banfield el envión necesario para llegar al título. Esta vez puede ser lo mismo pero al revés. Porque el Rojo ganó un partido chivo, después de dos derrotas y sigue vivo en la pelea. Por su parte, Banfield, que estuvo cerca de empatar en dos, quedó out de la lucha.

La clave de la tarde fue Gracián. El Tolo se la jugó por él y el Tanito no lo defraudó. Jugó un gran partido, se hizo cargo del equipo y clavó el gol del campeonato desde mitad de cancha. Independiente ganaba gracias al instinto goleador del Cuqui Silvera. Pero un pase genial de Ervitti dejó a Ramírez sólo frente a Gabbarini, y Tito no perdonó. Fue la única que no pudo sacar el arquero, porque después atajó todo lo que le tiraron.

Enseguida, llegó la joya de la tarde. La pelota espera en el punto central, mientras Maglio charlaba con Luchetti por un problema del arquero, que luego le dijo que podía seguir. Al instante dio la orden y Silvera apenas rozó la pelota para que el Tano la acomode y desde la mitad de cancha saque un misil directo a la red. Golazo.

A partir de ahí, el Rojo trató de manejar el balón y lo hizo la mayor parte del tiempo. Los de Falcioni tuvieron ocasiones para empatar, pero la falla en la definición y la actuación del uno rival lo impidieron. Sobre el final, Nuñez liquidó el match y desató la locura de los hinchas, que vuelven a creer en el campeonato.

EL REY DE LA SELVA

Es el rey de la selvaEstudiantes, el León, ganó en la cancha de Tigre y ratificó su sueño de Clausura. Un cabezazo de Desábato y una gran jugada de Sosa le dieron la ventaja en el primer tiempo. Después tuvo chapa para cerrarlo pese al descuento local.

1 de 1

El Principito Sosa grita su golazo: se metió a pura gambeta y definió desde el piso. (DYN)

Estudiantes tiene el mejor plantel del fútbol argentino. ¿Le alcanzará para ganar Copa y campeonato? Por ahora, va en buen camino. El Pincha volvió a mostrar que le sobran jugadores, pero por sobre todas las cosas, que el equipo está por encima de cualquier otro factor. Un cabezazo de Desábato, más una gran jugada de José Sosa, le dieron la ventaja que sólo se disminuyó por un gol en contra de Rojo. Un gran triunfo para soñar con el título...

La cancha de Tigre no se presentaba como el mejor escenario para lograr un triunfo fácil, sin embargo, los de Sabella no conocen de dificultades a la hora de entrar a un campo de juego. De entrada se mostraron agresivos para lograr los tres puntos: a los ocho, Verón se volvió a hacer cargo de un córner, a pesar de la gran pegada exhibida por el Principito ante Racing, y mostró que su habilidad sigue intacta. Desábato puso la cabeza y la primera diferencia.

Los de Caruso también se mostraron activos en ataque, pero con menos contundencia que los visitantes. José Sosa se volvió a mostrar en un gran nivel y convirtió un golazo, cayéndose al piso (con caño a un defensor), entre tres rivales. A cinco del final de la primera parte, Tigre acortó la diferencia de manera merecida por un gol en contra de Rojo.

Estudiantes tiene el mejor plantel del fútbol argentino, porque hoy no tuvo a Clemente y Ré cumplió reemplazándolo. No tiene a Boselli (lesionado) y Leandro González complica tanto como él. Además, en el mediocampo le sobran variantes. Habrá que ver entonces, si le alcanza como para ganar Copa y campeonato local.

Aun no lo enterrien

Atlético ganó su primer partido del torneo y complicó más el panorama para Chacarita, que lleva diez derrotas, aunque los dos siguen estando en zona de descenso directo. El Decano hizo explotar a los hinchas del Funebrero.
Sí, así era ganar Decano. Después de más de cuatro meses, 14 fechas, Atlético Tucumán volvió a cantar victoria. Venció 2-1 a Chacarita en la Paternal y sueña con seguir en Primera. Con goles de Gigliotti y Blanes, los dirigidos por Mario Gómez lograron tres puntos vitales. A pesar de no salir del último lugar de los promedios (ni de la tabla del Clausura), se acercaron al Funebrero y no quieren que lo den por muerto...o por descendido. Por el contrario, Chaca se complicó y sumó su décima derrota en el año.

Desde el 14 de diciembre del año pasado que Atlético Tucumán no sumaba de a tres. Aquella vez, en la última fecha del Apertura, el Decano venció 1-0 a Gimnasia con gol de Gigliotti. Parece que cuando el 9 la mete (hoy fue el primero del año), le trae más que suerte a los tucumanos. Pero eso no es todo lo positivo. Porque después de siete meses festejó de visitante (2-0 a Huracán, por la tercera fecha del Apertura). Así, sumó su segunda victoria fuera de Tucumán desde que subió a Primera.

En La Paternal se encontraron lo dos equipos que parecen condenados a perder la categoría. De entrada no demostraron querer cambiar la historia. Muchas imprecisiones y apenas dos situaciones en el primer tiempo, una por lado. Un doble salvada entre Tauber y Grabinski (una de las figuras en defensa), y un remate de Sciorilli, que se le complicó Ischuk y Daniel Pereira no pudo aprovechar. En esa primera etapa, el Decano sufrió los errores no sólo suyos sino también del árbitro. Pompei no le dio un claro penal de Sciorilli a Vargas y no convalidó un gol legítimo de Gigliotti (cobró posición adelantada).

Pero pudo tomarse revancha a base de más ganas que fútbol, algo que le alcanzó para dejar en el camino a este flojo Chacarita, que ya defendiendo mal con cuatro en el fondo se la jugó con tres. A los 22' Gigliotti le ganó el mano a mano a Pereira y definió por abajo de Tauber para gritar su primer tanto en el torneo, cuarto desde que está en el Decano. El Funebrero mostró una mínima reacción, pero la suerte tampoco está de su lado: cabezazo de Pereira al palo. Y la réplica fue letal. Gigliotti no fue egoísta, asistió a Blanes y el uruguayo definió antes de caerse para meter el primero gol con la camiseta de Atlético.

A pesar del descuento de Avalos, Chaca chocó contra su mala definición y por eso se quedó sin nada. La última fueron tres remates de Pisano, Echeverría y Centurión. Tres tiros por un peso. ¡Ganó el Decano! Y eso es noticia. No ganó ninguna posición, pero, con un partido menos, se acercó al Funebrero (a un punto). Todavía no lo entierren.

Los 30 del diez

Maradona confirmó su defensa para el debut y aseguró la titularidad de Jonás Gutiérrez y Di María.
Como siempre, Diego les cuenta su vida a los medios. Sus confesiones más íntimas, sus deseos en épocas de rulos y varias de sus decisiones como entrenador. Desde la capitanía de Mascherano a sus charlas con Messi. Y con la lista pasa lo mismo. Hace unos días, por radio, confirmó un lugar entre los 23 para Agüero. Por TV, en febrero declaró que Palermo estaba en un 80 por ciento en Sudáfrica. Esta vez, en la línea maradoniana, habló de titulares, confirmó a los cuatro centrales atrás (ver aparte). Quizá tenga que ver con su incontinencia, su ansiedad, o con una forma de ir avisándoles a sus muchachos por dónde corren sus pensamientos. Por una razón u otra, los tiempos se acortan. Por reglamento de FIFA, el 10 de mayo, Maradona tendrá que entregar una lista preliminar de 30 jugadores. De ellos, luego deberá tachar siete para el Mundial.

El entrenador está a punto de cerrar el plantel definitivo. Tiene 20 de los 23. Y en los últimos días también cerró la lista sábana, que armó con los convocados seguros más las últimas dudas. Los arqueros están blanqueados por él: Romero, Andújar y Pozo, quien desplazó a Campestrini, dejó en el recuerdo a Carrizo y desoyó a quienes pedían por Gabbarini.
Atrás, los intocables son Otamendi-Demichelis-Samuel-Heinze, más Burdisso y Clemente Rodríguez. A Angeleri, una debilidad para el DT, lo esperará hasta el final. El propio Ruggeri, quien se junta siempre a comer con Diego, lo dejó filtrar. Si Angeleri no llega, ahí resurgirían las chances de Zanetti, quien la tendrá más dura cuando se depuren los apellidos. Pupi fue borrado después de Brasil y Paraguay. Volvieron todos menos él, Licha López (otro que ahora están siguiendo) y Carrizo. Faltan laterales, es cierto, pero no convence pese a su polifuncionalidad y experiencia. Otro que podría aparecer es Monzón. Gaby Milito, pese a que volvió bien en Barcelona y fue "sugerido" por Messi, no corre. Diego piensa que sería una "falta de respeto" para los que pelearon las Eliminatorias, cuando Milito estuvo lesionado.

Los volantes titulares ya se saben. El cuarteto Jonás-Verón-Mascherano-Di María. Las dudas son los suplentes. Pese a que no conformó a Diego en el clásico español, Gago no está descartado. Públicamente, el DT fue crítico; en el mano a mano le tiró buena onda. A Cambiasso, en cambio, ya no le queda ni una vida. Es raro, pero nunca convenció su juego.

Arriba, más incertidumbres que sorpresas. Después de los obvios Messi, Higuaín y Tevez, y del no tan obvio Agüero, en los últimos días se metió Diego Milito. Ahora Palermo y Lavezzi pelean por un lugar, siempre y cuando el técnico no cambie su postura inicial y saque un punta para agregar un volante (lo más lógico). Diego es amigo de Martín, confía en sus milagros, le agradece el gol a Perú, tan cierto como que su actualidad no es la mejor. Pero para eso habrá que esperar aún. Por ahora están los 30 del 10.

Los angeles de Cappa

Cappa prefiere experiencia para su debut en River. Por eso Gallardo, Ortega y Almeyda coinciden de arranque después de seis meses.
En Núñez ni las frases hechas funcionan. Los pibes no ganan partidos y nadie sueña con que los grandes ganen el campeonato. Con que los más experimentados consigan lo que, según el dicho, le corresponde a los chicos, alcanza y sobra. Por eso a ellos recurrirá Angel Cappa para su difícil debut como técnico de River. Una decisión que lo diferencia rápidamente de Astrada. Y por lo que, entre la batidora de cambios que hará Angelito, se dará una conjunción inédita para este 2010: Almeyda, Gallardo y Ortega compartirán la cancha luego de casi seis meses.

Hay que poner la memoria en marcha para llegar hasta el 25 de octubre del año pasado, cuando los tres referentes coincidieron de titulares por última vez (ver ¿Te...). Después, las lesiones del enganche, y los faltazos y las posteriores sanciones al Burrito fueron los principales motivos para que no se formara ese trío que gozó de los mejores momentos de la década del 90 y que ahora aprendió a hablar del promedio. Cappa dejará en ellos la responsabilidad de encarrilar a un equipo que descarriló hace tiempo.

En las cuatro prácticas que dirigió hasta el momento, el nuevo técnico se apoyó en Almeyda para que sea la voz del orden defensivo, se entusiasmó con el contagio que genera la presencia de Ortega y en el último entrenamiento sumó a Gallardo (antes había probado con Mauro Díaz) para que aporte su pegada. Pero el desafío para los referentes no será únicamente el de conducir a este River golpeado, sino también será el demostrarle al DT que todavía les queda cuerda. En las cinco fechas que faltan para que termine el torneo, la idea de Cappa es sumar puntos y también evaluar al plantel para definir quiénes seguirán y quiénes no. Entonces, el Pelado, el Muñeco y el Burrito estarán tan en observación como el resto de los jugadores. Porque ahí, como el propio técnico avisó, no habrá excepciones. "El que demuestre que está para River, se queda. Y el que haga lo contrario, se va".

La apuesta por la experiencia también se nota en los regresos de Ferrari, Villagra y Canales, y en la continuidad de Vega, Ferrero y Quiroga. ¿El gurrumín? Pereyra, el único con menos de dos décadas de vida: 18. Un contraste total con el equipo que plantó Astrada en Tucumán, adonde debutó Cirigliano, volvió Bou y estuvieron Affranchino y Mauro Díaz.

Esta noche, contra Godoy Cruz, arranca una nueva era. La que intentará ser de la reconstrucción. Y Angelito, parece, no quiere amanecer mojado...