Contra la lluvia

Con lluvia en contraAsí como el torneo pasado estuvo repleto de goles en contra, el actual Clausura será recordado por la cantidad de partidos suspendidos debido a la lluvia: ya van cuatro en 12 fechas. Y todavía falta. Traigan paraguas...

Si se toma por el lado de que son cuatro de 112, no es nada. Pero claro, a medida que se desarrolla el campeonato, se van repitiendo los casos. Primero fue entre Banfield y Argentinos en el Florencio Sola, cuando Collado tuvo que parar las acciones a los ocho minutos del primer tiempo.

El segundo caso fue el de Argentinos ante Newell's. El destino climático no parecía estar del lado del Borghi y sus dirigidos, ya que a los 21 minutos del segundo tiempo, Favale tuvo que suspender el encuentro, ante el insólito reclamo de los jugadores de seguir jugando.

En la décima fecha se dio un hecho histórico, y por primera vez, se suspendió el Superclásico entre Boca y River. El derby comenzó a las 15, a pesar de que hacía algunas horas que llovía torrencialmente sobre la Capital Federal. Héctor Baldassi tuvo que mandar a los jugadores al vestuario a los diez minutos de la primera mitad, porque la pelota ya no picaba. Lo curioso de la cuestión es que el mismo día y a la misma hora, el choque entre Laferrere y Barracas Central, por la Primera C, se jugó en su totalidad.

Ahora, el que se suma a la lista es el encuentro entre Atlético Tucumán y Racing, por la fecha 12, en el norte argentino, donde desde un comienzo se vislumbraba que sería difícil que el partido culminara. De hecho, debió frenarse antes, aunque luego el árbitro reveló que intentó forzar la situación para ver si el campo de juego drenaba correctamente y el show debía continuar. Recién a los 22 minutos, Favale, otra vez él, paró todo.

Como el campeonato pasado será recordado por el de los goles en propia puerta, éste sería el de los partidos suspendidos, ya que la lluvia fue protagonista en cuatro encuentros (inclusive el Superclásico) y alteró el orden del juego. Algunos partidos se jugaron mucho tiempo después, con otras formaciones y con cada club viviendo una realidad distinta (algunos más que otros) a la que tenían en un primer momento. Habrá que llevar paraguas. O, en caso contrario, hacerle el aguante a la lluvia.