La mano de Una GATA

Estudiantes se bancó 58 minutos sin su líder, Juan Sebastián Verón, pero se llevó el partido con el corazón y la mano de la Gata Fernández. La Bruja vio la roja por doble amarilla, pero Vélez nunca pudo doblegar a un equipo solidario y compacto. El Pincha quedó a tres de Independiente y le metió un golpe de ko a Vélez en el campeonato. El León nunca se rinde y menos cuando está acorralado. Está en su esencia la pelea, el batallar hasta las últimas consecuencias pero para no dar por perdido lo que le importa. En esa definición de uno de los animales más feroces de la jungla, está el verdadero significado del apodo de Estudiantes. El Pincha le hace honor a su denominación, la honra y en cada partido parece querer dejar en claro que es el verdadero rey del fútbol argentino. Esta tarde tuvo a Vélez enfrente y no lo perdonó. Jugó durante 58 minutos sin Verón (el capitán vio la roja por una infracción que mereció la segunda tarjeta amarilla) y entonces bancó la diferencia con el corazón. Sabiendo que era el último tren para pelear el campeonato. Y se subió. Ahora quedó a tres del Rojo y es demasiada presión para el equipo de Gallego. El León está vivo y hambriento...

Arrancó Vélez mejor parado que el Pincha. Con buenos movimientos por las bandas, sobre todo por el sector de Zapata. Tuvo una ocasión en el comienzo del partido, pero Orión se quedó con el disparo de Silva. Sin embargo fue Estudiantes el que abrió el marcador. Luego de un centro desde la derecha de Verón, Gastón Fernández lo anticipó a Otamendi y metió el brazo izquierdo para desviar el balón y desacomodar a Montoya. Furchi nunca vio la mano, como tampoco el línea Hernán Maidana observó la posición adelantada de Cellay previo al gol. Fue un duro golpe para Vélez que había arrancado mejor parado y ahora debía remarla desde atrás. La expulsión de Verón le dejó el partido servido, pero el Fortín no contaba con el corazón del León.

El complemento fue todo de Vélez. Le cascoteó el rancho a Orión, lo desbordó por las bandas, multiplicó los volantes e intentó por todos los medios llegar al empate. Pero el Pincha tuvo a un Braña más todoterreno que nunca, a un Stefanatto que corrió y reemplazó alguna carencia técnica con el corazón. Por eso el Pincha bancó la diferencia, en alguna lo ayudó la fortuna, pero para que esto ocurra, el equipo de Sabella tuvo que ayudarla con sacrificio y solidaridad. Ganó el Pincha, está a tres del Rojo y dará pelea hasta el final...