San lorenzo Volvio a Jugar mal.

Volo demaciado bajo el CUERVO

San Lorenzo volvió a jugar muy mal, el técnico y los jugadores fueron otra vez insultados y el equipo ya está cuarto (dando vuelta la tabla). Cuidado, Boca..

San Lorenzo sigue en la pelea. En la pelea con Boca y River por quedarse con el título de lo peor del torneo. En la pelea contra sus problemas. En la pelea de mirarse en el espejo y no reconocerse así: tan demacrado, tan pobre, tan lejos de laureles, tan lejos de lo que supo ser. Ayer la derrota ante Arsenal sonó a más de lo mismo. A cambio de nombres que no modifican la historia, a desesperación, a amontonamiento de delanteros, a ese aliento de los hinchas que bancan hasta que pierden la paciencia.

La caída de anoche, en definitiva, no hizo más que mostrar esa regularidad del equipo. Porque ya es un hecho que Sanloré es un equipo muy regular: juega siempre mal (o hasta muy mal). Y entre sus méritos para estar cuarto (dando vuelta la tabla) incluye apatía en varios, nervios en todos, falta de respuestas desde el banco, alarmantes problemas para generar juego y, por añadidura, para llegar al gol (suma apenas siete tantos, apenas dos más que Atlético, el menos goleador).

Por si con sus bolonquis no tuviera suficiente, encima, anoche, se enfrentó a un equipo que viene de racha y que tiene una maestría en jugar con la desesperación del rival. Arsenal es como esos monstruos de las pelis que persiguen a sus víctimas sin correr, que por más que la minita rubia huya desesperada, el monstruo (en este caso el Arse) la alcanza siempre. Así, con orden y simplicidad, casi sin despeinarse, se devoró al Ciclón (que de minita rubia y heroína tuvo poco y nada). El equipo de Burru apostó a los pelotazos cruzados, a la bola parada y, ya con el 1-0, a la contra. En los centros, el Arse mete cinco o seis tipos en el área rival (sí, hasta los empleados de la ferretería de Grondona iban a cabecear). El gol llegó así. Algo es cierto: el Ciclón se la hizo fácil. En la repartija de marcas, a Obolo, por ejemplo, lo tomó Aureliano (cuyo fuerte no es el cabezazo justamente). A Tula lo marcó Benítez (un lateral devenido en central). Esto es ejemplo de que todo es confusión. En el gol, Aguirre entra solo por detrás, con tiempo para mandarle un mensajito de texto a su chica: "Gordi, mirá el gol que estoy por hacer".

Hablando de mensajes, ¿les habrá llegado a los dirigentes el mensaje que los hinchas cantaron anoche?