Calentito Liniers

Banfield sacó a Vélez de la Sudamericana en un partido hot, que arrancó con un golazo de Carrusca (luego expulsado) y se cerró con el empate de Cristaldo. En el ST se descontroló el equipo de Gareca: rojas a Ortiz, Silva (cara a cara con Laverni) y Somoza. "Me voy caliente", dijo el DT.

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Una Serie Caliente

Estuvo caliente. Calentito Vélez, claro. Porque Banfield lo echó literalmente de la Sudamericana. Lo liquidó tempranito, con el golazo de Carrusca, que se gambeteó a medio mundo y tuvo una definición deliciosa que puso casi KO a su rival, teniendo en cuenta que en la ida había ganado también el equipo de Falcioni.

Banfield hizo rapidito lo que tenía que hacer, un gol para obligar a Vélez a meterle dos. A un Vélez con algunas ausencias, que en el ST soñó poco con pasar de ronda: entró Silva y esta vez, en vez de aportar gol, sumó nervios. reaccionó cuando iban a amonestar a Ortiz (le sacaron la primera roja), gritándole a Laverni, después se hizo echar dejando a su equipo con nueve y todo se hizo cuesta arriba para este equipo que tenía como prioridad el torneo.

Con Erviti, con Carrusca, Banfield manejó más la pelota y se sintió tranquilo en casi todo el partido. Un partido caliente, que tuvo un momento hot en el PT, con el duelo Somoza-Erviti (el de Vélez le dio de lo lindo y se armó). Y Banfield manejó mejor la situación cuando su rival se sacó solito, se calentó con Laverni y se quedó con ocho. Hubo oooleees de su gente, feliz con el 1-0. Partido cerrado. ¿Cerrado? Esto es fútbol, claro, y pasan cosas raras. Como que Carrusca se haga expulsar por tirarse mal a los pies, y se pierde el partido de la siguiente fase (sale del ganador de Oriente Petrolero -ganó 1-0 en la ida- contra Tolima. Como que el Burrito Martínez se mande un jugadón y después del pase empate Cristaldo. Hubo dos minutos de incertidumbre porque si Vélez metía otro, era hazaña, pasaba con ocho. Tuvo un centro en el final y un rechazo en el área de Banfield con una contra que no fue gol porque falló Méndez, increíble. Y ahí bajó el telón Laverni, en una noche caliente. Lo dijo Gareca, quien se mordió los labios para no explotar: "Estoy caliente".

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