Boca no levanta y sigue sin triunfos: el verdugo fue All Boys, que venía de perder dos y le ganó bien por 2-0. Entró Fabbiani, que jugó después de mucho. Ah, ya quedó a ocho de los punteros y el domingo recibe a Vélez. ¿Qué hacés, Bichi?
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Boca - All boys
Recién a los 40’ del segundo tiempo Boca amenazó el arco de Nico Cambiasso con un remate de Araujo que se fue cerca y otro de Escudero que dio en el travesaño. Antes, nada. All Boys se paró firme, con dos líneas de cuatro que se juntaban a la hora de defender y se desarmaban para salir rápido. Así, y con ayuda de los de azul y amarillo, llegaron las emociones. Primero Matos aprovechó un hueco y la salida sin cadena de Lucchetti: penal y gol. Después, Eduardo Domínguez cabeceó solo desde el punto de penal y un 2-0 lapidario. Sí, apenas iban 30 minutos de partido, pero no hubo reacción.
Borghi movió piezas (puso a Escudero y Araujo para el ST), dejó de lado su amado sistema (en el segundo tiempo fue 3-3-1-3), pero no alcanzó. Fue un equipo pálido. Un equipo que parece que juega para cumplir, esperando que se termine un torneo que apenas lleva tres fechas. Con dos derrotas y un empate, está a ocho de los punteros. Extraña mucho a un conductor. Al 10. Al enganche. A JR. Como quieran llamarlo. Nadie agarra la pelota y la lleva con claridad, y Román, afuera por lesión, recién volverá mínimo en cuatro, cinco fechas. O más.
All Boys no ganó sólo por la pasividad de su rival, sino que supo cerrar espacios, presionar cuando fue necesario y salir con velocidad para lastimar. Y se dio el lujo de poner a Fabbiani en los últimos diez minutos. El ex River entró para pisarla y hasta le tiró un caño a Medel. Y Sí, a Boca le va para el...Ogro.
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