En el Azteca, España le empató sobre el final a México, con un gol de Silva. Sin Xavi ni Iniesta, jugaron de titulares ocho de los campeones en Sudáfrica.
Por momentos, el toqueteo de España desespera. En su visita al Azteca, en su estreno de su título mundial a un mes exacto de la consagración ante Holanda, el equipo de Vicente Del Bosque caía con México por culpa, exclusivamente, del gol del siempre presente Chicharito Hernández.
Pero si algo tiene esa posesión, esa intrascendencia que por momentos lleva a más de uno a arrancarse las canas, es la paciencia. Y, por eso, sólo por su paciencia, es que la Furia no perdió en un día tan especial. Bajo una llovizna que le dio un efecto de película, Silva, gracias a un pase del ingresado Xavi (infaltable, ya que los españoles sintieron su falta en el primer tiempo), estampó el empate cuando se terminaba la historia.
Poco rodaje y poco tiempo desde la epopeya ante una Naranja Mecánica que complicó. México, en el segundo tiempo, hizo uso de dos líneas de cuatro que hicieron que se jugara para los costados. Pero, como siempre, la pelota fue española. Gracias a esa característica, un partido que ni el Pulpo Paul habría predicho, cantó las pardas.
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